Los Molinos del Xabrega se componían de 28 molinos y dos batanes que movían las aguas del arroyo que lleva su nombre. Con la llegada de métodos más modernos, estas construcciones se fueron abandonando llegando a un estado casi de ruinas ocultas por la maleza.

Entre los años 2005 y 2010 se fueron restaurando parcialmente por el taller de empleo del ayuntamiento en un tramo de casi tres kilómetros desde la aldea de A Boca hasta Chancís.

Fue en el año 2010, en una reunión entre el gobierno local, vecinos y asociaciones, en la cual se estaban analizando las necesidades de la zona, cuando surgió la idea de hacer una fiesta en este tramo para visibilizar e incluso potenciar el valor etnográfico de la zona y su recuperación.

Surge así la Fiesta de los Molinos, que no deja de ser una celebración. típicamente gallega en la que los vecinos, familias o grupos de amigos van a disfrutar de un día de campo, llevando la comida de las casas, y se comparte la jornada.

Como toda celebración la música está presente ya sea por la participación de grupos musicales foráneos o de los propios vecinos entre los que contamos con numerosos músicos.

Nace así la fiesta de los Molinos de Xabrega, puede que una de las más castizas de la zona, fiesta que conserva las características de las fiestas que antiguamente se hacían en cualquier aldea gallega.

Destacar que a mayores de los vecinos, todo el que se acerque encontrará un rincón para disfrutar de dos días de campo el primer fin de semana de julio.